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sábado, 18 de julio de 2009

Celos Ministeriales(Articulo)

ADMITÁMOSLO, TODOS HEMOS ESTADO CELOSOS DE ALGUIEN MÁS EN EL MINISTERIO. LOS CELOS SON TAN VIEJOS COMO EL POLVO. SEAMOS FRANCOS, LOS CELOS SON “TAN PECADO” COMO EL ADULTERIO, EL ACTO HOMOSEXUAL O EL ROBO.y TE RECUERDO QUE EL PRIMER ASESINATO TUVO COMO MOTIVO LOS CELOS EN EL MINISTERIO.

Caín estaba celoso de todo lo que estaba pasando en el grupo juvenil de

Abel. Estaba celoso del equipo de sonido que había comprado. Le ponía verde lasangre el ver todos los shows que Abel podía montar para sus jóvenes, invitando

a las mejores y más famosas celebridadesde música que el dinero podía adquirir.

Y cuando algunos de sus jóvenes le pidieron permiso a Caín para ir a una reunión de la iglesia de Abel, Caín no se los permitió, porque sabía que se iban a quedar con Abel.Caín, equivocadamente se dedicó a

juzgar “todo” lo que Abel estaba haciendo,en lugar de dedicarse a hacer lo que Dios,lo había mandado a hacer. Se fijó en los 6,000 jóvenes que llegaron al congreso de Abel, en lugar de atender a los 60 que

llegaron a su campamento. Se concentró en todas las veces que los medios cristianos reportaban las actividades de Abel, en lugar de concentrarse en las actividades del Espíritu Santo en la vida

de sus chicos.Al final, Caín escogió matar a su propio hermano en lugar de matar su propio ego.

¡Los celos reflejan una ignorancia de proporciones universales! Demuestran claramente que no estamos concentrados en lo que Dios nos ha dado y mandado, porque estamos ocupados viendo lo que alguien más está haciendo y logrando. En mi propia vida me he dado cuenta

de esto. A lo que se reducen los celos, es que yo quiero lo que el otro tiene; y eso,

dice la Biblia, es codicia. O sea, es como desear a la mujer de mi prójimo.

Pero por otro lado, ¿cómo no voy a querer lo que el otro tiene? Su consola

de sonido, su equipo de luces, las conexiones para invitar a las estrellas

musicales internacionales. ¿Cómo no voy a querer la adulación de miles de jóvenes, en lugar de luchar con la vida de 30 chicos que llegan a mi reunión?¡¡¡ES NORMAL!!! Bueno, es normal si

no hemos entendido la voluntad de Dios para nuestras vidas. Si “pierdes” chicos y chicas porque

“se van” a una iglesia “más grande”, regocíjate; acepta que están yendo adonde les gusta, lo que tú ofrecías no les gustaba. Pero no pierdas de vista que tienes la habilidad de atender a chicos y chicas de una forma que las iglesias grandes y con recursos no pueden…los puedes ver de cerca, puedes escuchar su corazón, les puedes tomar la mano y hablarles al oído sin necesidad de gran equipo de sonido.

Es un error preguntarse, ¿cómo puedo hacer lo que aquellos están haciendo?,

la pregunta debe ser: “¿cómo puedo alcanzar a los que aquellos no están

alcanzando?”La competencia entre los ministerios

no sólo es absurda y ridícula, sino es pecaminosa. Tú, deja que los demássean tan grandes y “poderosos” como quieran ser. Dedícate a ser lo que Dios te ha llamado a ser y haz lo que Dios te ha mandado a hacer.En el ecosistema de la iglesia, no es el león, el elefante o el gorila el animal más importante, sólo porque es grande. Te recuerdo que en la naturaleza, son los micro organismos, los seres más pequeños y aparentemente insignificantes, los que permiten que un ecosistema pueda existir.

Estos dos hermanitos que abren la historia de la humanidad con esta escena de celos y envidia,

no es sólo la historia de Caín y Abel, también es la historia de todos nosotros. Todos somos Abel de vez en cuando, y todos somos Caín – ¡tal vez más veces!-

Como mencioné, es fácil ser Caín.Ahora, ser Abel, ¡es totalmente otra fiesta! Cuando hay un líder o pastor que tiene influencia en la iglesia o ministerio y esa persona se siente amenazada por

ti, eso se convierte en una situación difícil. Tengo que decir con pena que desafortunadamente esto es algo que sucede demasiado seguido en muchasiglesias y ministerios latino americanos.

El líder juvenil tiene carisma, tiene habilidad en el trato relacional con jóvenes y eso lo pone en un vector de trayectoria directa a chocar con un líder mayor o con el mismo pastor general.

Por el caciquismo que hoy día se vive en la historia de la iglesia cristiana, nadie puede ser más popular que el pastor general. Incluso, esto mismo ha dado al nacimiento de muchas nuevas iglesias.Cuando el líder mayor o el pastor ve que su pastor o líder de jóvenes está cobrando “auge”, la fricción se vuelve tal, que el líder de jóvenes muchas veces resulta saliendo para establecer una iglesia nueva.Constantemente me preguntan líderes

juveniles, “¿qué hacer en este caso?”Yo los llevo de regreso a la división en la primera iglesia; la de Caín y Abel.Les explico, Caín había matado a su hermano y pueden esperar lo mismo de la persona que los ve con recelo. Cuando veas que Caín te tiene envidia y que está molesto porque lo que haces tiene más “éxito” o popularidad que loque él o ella hace, tienes que seguir tu camino al altar. No puedes dejar de hacer lo que haces, por miedo a Caín.

Hazte esta pregunta: “¿Para quién trabajas?”, “¿Quién te mandó a hacer lo que haces?”. Tú, debes ser fiel a tu llamado. No puedes dejar de llevar tu trabajo al altar, al Señor, simplemente

porque alguien tiene celos. Recuerda que a ti, Dios no te ha dado la responsabilidad de lo que pasa en la iglesia. Tienes que liberarte; estapersona le tiene que rendir cuentas a Dios de cómo se siente acerca de ti y de lo que tú haces. Tendrá que rendir cuentas de cómo te ayudó o te bloqueó en el ministerio.

Cuando te lleven a dar un paseo (como Caín a Abel) y te golpeen, las heridas van a ser profundas y dolorosas, incluso,pueden ocasionar la muerte como el caso de Abel. Abel murió probablemente porque no se defendió. Tal vez no pudo, o tal vez no quiso, no sabemos, pero algo podemos aprender. Dios no le pidió cuentas a Abel por dejarse matar, es obvio por los principios bíblicos, que Dios le pidió cuentas a Caín por truncar la vida y ministerio de su hermano Abel.Los líderes juveniles muchas veces pecan de no mantener correctamente informadas a las personas indicadas.Muchas veces las noticias de los “desórdenes” en las actividades de

jóvenes llegan a la oficina del pastor ya tergiversadas y exageradas. Tal vez una madre angustiada llega diciendo -“Pastor, el líder de jóvenes quiso ahogar a mihijo en el río”-, mientras que tú, todo lo que querías hacer ¡era bautizarlo! Si te hubieras tomado el tiempo de informarle

al pastor y a la pobre madre de tus nobles intenciones, te hubieras ahorrado

el problema. El pastor lo único que ha oído es que todos los jóvenes te siguen y

te admiran. Te respetan y te toman como mentor, además de eso, quisiste ahogar al

único hijo de la pareja que más diezma en la iglesia. ¡Dime si no mereces que te

saquen a pasear al campo y peguen conla quijada del burro! La Biblia es clara en darnos pistas de qué hacer en casos similares a los celos.Uno de los que más me gusta viene deSalomón. Dice que cuando alguien está molesto contigo, lo que tienes que hacer es hablarle tranquilo o tranquila.En lugar de reaccionar a los celos, debes bajar la voz, la intensidad. Que respondas con suavidad y humildad. Otro consejito lo da el viejo Pablo, a un chico que probablemente se había quejado que otros líderes le prohibían ya reunirse con el grupito de preadolescentes con los que andaba.

Este viejo sabio le dice al líder juvenil que planifique bien sus actividades, quedeje ver su corazón, que demuestre que no está en competencia con los líderes dela iglesia, que sea humilde al contestar,que se debe ver su genuino amor, no sólopor los jóvenes sino por toda la iglesia.Letermina diciendo que debe demostrarpureza, que no debería haber sospecha

de ninguna clase. Que si hacía eso,nadie iba a despreciar su ministerio ni

su juventud.Los consejos nos llevan a la médula del problema de los celos; o somos celosos otienen celos de nosotros. Igual, tenemosque bregar con ellos. Hoy día, los celos nacen de querer el reconocimiento y lapopularidad que un ministerio “grande”

trae. Pero al estudiar a nuestro Líder nos damos cuenta que Él dice que la grandeza está para abajo, no para arriba.Que no es el más grande el mejor, sino el

que se hace pequeño, humilde.Jesús enseñaba acerca de cuando meinvitan a un banquete. Jesús fue claroen insistir que no me conviene que

al entrar al banquete me siente en los lugares VIP.Sino que mejor me siente

en los lugares de atrás. Podía ser que sentado en los lugares VIP, alguien me pida el lugar porque es para otra persona.


Fuente: www.liderjuvenil.com

martes, 14 de julio de 2009

20 de Junio-Dia del Amigo-(Informe)


Buenos amigos, malos amigos
Lee Proverbios 12.26

La amistad es muy importante. Encontrar y conservar buenos amigos
es importante ahora y siempre. Los buenos amigos son difíciles de encontrar
y de conservar para cualquiera , sin importar la edad.

¿Qué es un buen amigo? Es simple. Un buen amigo es alguien en quien puedes
confiar que te dice la verdad, aun cuando no quieras oírla. Un buen amigo
gusta de ti, le gusta estar alrededor tuyo y es leal a ti. Jesús sabía cómo ser un buen amigo.
Llamó amigos a sus discípulos.

¿Qué es un mal amigo? Es simple. Un mal amigo es un amigo en quien no puedes confiar. Un mal amigo es alguien que no respeta lo que ti te importa. Un mal amigo es alguien que trata de hacerte hacer cosas, en las que, él o ella sabe que tú no crees. Esta es la cosa: Es mejor no tener amigos, que tener amigos a los que no les importe lo que te pase.

Así que continúa buscando amigos. ¡Pero el escritor de Proverbios te advierte que tengas cuidado! No todas las amistades son buenas para ti. Ay... ¿te acuerdas de Judas?

¿Está bien tener amigos no cristianos?

Dios pone gente en nuestro camino para cumplir su propósito de que compartamos lo que Jesús hizo por nosotros. Tener amigos no cristianos te da esa oportunidad pero tenemos que recordar que el testimonio se da con la vida.

Era el verano de 1996 y por lo regular yo solo asistía a bares y discotecas. No recuerdo cómo me entere que habría un concierto con uno de mis cantantes favoritos. Había seguido su trayectoria y no lo había visto desde hacía años. Era un concierto para toda la familia así que fui con mi esposa Wanda. Para mi sorpresa ya después que estaba adentro me di cuenta que era un concierto cristiano. Les confieso que quería salir corriendo pero mis deseos de ver a Vico C, me mantuvieron allí. Me paré con mi familia bastante cerca de la tarima y al frente vi a Juan y fui a saludarlo. Yo sabía que él conocía a Vico C. Le comenté que quería conocerlo y me dijo que me quedara junto a él. Al terminar el concierto me lo presentó, me tomé una foto y nos fuimos. Ya cuando iba para casa me despedí de Juan e intercambiamos teléfonos. Me dijo que se acababa de mudar a Orlando, que no tenía muchos amigos y necesitaba conseguir una barbería. Me dijo que era cristiano y que asistía a una iglesia no muy lejos de mi casa. Yo le confesé que no era cristiano pero que podía llevarlo a la barbería y lo llamaría en un unos días. De camino a la barbería Juan comenzó a compartir de como el Señor lo había librado de la muerte. Sus palabras realmente me tocaron pero le dejé saber que eso de ir a la iglesia no era para mí.

Después de eso mantuvimos la comunicación y de ahí surgió una fuerte amistad. Él seguía asistiendo a la iglesia y yo a las discotecas. En ocasiones me invitaba pero yo seguía pensando que eso no era para mí. Por mi parte yo también lo invitaba a la discoteca y aunque en muchas ocasiones me dijo que no, un día me dijo sí. Al llegar se veía un poco incomodo y no salía de una esquina. Yo estaba con otros amigos y ordenamos tragos y cervezas. Le pregunté a Juan si quería tomarse algo y me dijo que no. Yo seguía insistiendo y él seguía diciendo que no. De repente empezó a sonar el estilo de música que a Juan le gustaba bailar antes de ser cristiano. Ahora sí quería tomar. Al volver de camino a casa me dijo que estaba bien arrepentido y que no sabia que le iba a decir a su esposa. Le dije que no se preocupara—Todos somos humanos, le dije , ¡ la vida es para disfrutarla! Lo llamé el domingo y le pregunté cómo estaba. Me dijo que acababa de llegar de la iglesia y que su esposa estaba molesta. Me dijo que fuera con él y yo le insistí que eso no era lo mío. Pasaron un par de días y nuevamente llego el día de salir para la discoteca, esta vez fue él quien me llamó. Me preguntó que si podía venir de nuevo. Yo era el no cristiano pero me daba cuenta que había algo sospechoso en su conducta.

Si vamos a tener amistades no cristianas tenemos que ser líderes y no seguidores. No podemos olvidar que la mejor manera de demostrarle al no creyente las grandezas de Jesús, es con nuestro estilo de vida. Juan quería convencerme de que aceptara a Jesús. Me decía que si Jesús entraba a mi vida todo cambiaria. Pero, yo no veía ningún cambio en él. Aunque hoy día me arrepiento de haber sido una piedra de tropiezo para Juan, entiendo que era responsabilidad de él mantenerse firme en el camino. El tenia que dar testimonio con su vida y no solo con palabras.

Nuestra mente es como el “hard drive" de una computadora, por eso es importante que estemos bien pendientes a los "downloads" que estamos haciendo. Las amistades negativas pueden ser un virus. Si no protegemos nuestra mente nuestro sistema puede dejar de funcionar como se supone. Esta Biblia es tu manual de instrucciones. Aquí aprenderás a ser un líder para tus amistades y tendrás un Anti-Virus para tu "hard drive". Recuerda que nosotros estamos para influenciar al mundo y no al revés.

Fuente:www.bibliag3.com

Quiero servir en mi Iglesia(Material)

Quiero servir en mi iglesia

Antes de comenzar con algunas ideas prácticas, ¡dejame felicitarte! ¡Qué bien que tenés el deseo de ser útil en la obra del Reino! Eso me parece una de las decisiones más emocionantes que hay en la vida, porque estoy convencido que un interés así­ no puede venir sino de Dios. ¡Cuánto nos necesitamos unos a otros en el trabajo del ministerio! Dios nos ha equipado a todos, individualmente con un gran potencial de hacer tremendas cosas para Su gloria. Lo que necesitamos es embarcarnos en una aventura de descubrimiento. En otras palabras, creo que para poder servir efectivamente, necesitamos descubrir tres tesoros.

1. Descubrí­ tus gustos.

Me gustarí­a comparar por un momento el involucramiento en el ministerio con la práctica del deporte. Sabemos que Dios quiere y puede usarnos a todos en su obra (I Corintios 12:12, 27), y la pregunta inmediata es en qué puedo yo servir. Pues, esto me parece similar a decir algo como “Dios quiere que todos practiquemos deporte” con la interrogante de saber qué deporte voy yo a practicar. ¡Pues la primera respuesta viene con preguntarte qué deporte te gusta! Claro, todos tenemos por naturaleza ciertas preferencias, ciertos gustos; hay cosas que nos llaman la atención y otras que no. Incluso podrí­amos decir que tenemos pasión por algunas cosas mientras que otras no nos atraen o entusiasman. ¡Y eso está bien! Aquí­ entonces está un buen punto de partida: de lo que conoces del trabajo en el ministerio (dentro o fuera de tu iglesia), ¿qué cosas te llaman la atención? ¿De cuál de todas estas opciones conocés más, o hablás más?

2. Descubrí­ tus habilidades.

Todos nacemos por naturaleza con capacidades en las que sobresalimos o con las que nos sentimos cómodos. Hay cosas que podemos hacer muy bien, con mucha facilidad. Además, cuando nacemos de nuevo, el Espí­ritu de Dios nos equipa sobrenaturalmente con dones o habilidades espirituales (aptitudes que no podrí­amos tener de otra manera) para que trabajemos en la obra de Dios. ¡Todos tenemos al menos un don espiritual! (I Corintios 12:11). El problema es que algunos ignoramos cuál es o cómo se utiliza (I Corintios 12:1). Un excelente proyecto que podés emprender es averiguar cuáles son tus dones espirituales, y cómo se usan. Para ello te recomiendo que dediques tiempo a:

a. Leer y estudiar el tema de los dones espirituales. Algunos pasajes clave al respecto son Romanos 12:3-8; I Corintios 12:1-31; Efesios 4:11-13; I Pedro 4:10,11. Acompañate de comentarios bí­blicos, de diccionarios o de libros que aborden el tema de los dones espirituales. Quizás una entrevista con tus lí­deres para estudiar el tema serí­a también muy útil.

b. Preguntar a otros. Pedir instrucción a otros lí­deres o personas maduras sobre el tema es enriquecedor. Pero, además, debés preguntarle a personas que te conozcan muy bien en qué creen ellos o ven ellos que has sido equipado por Dios; cuáles creen ellos que podrí­an ser tus dones o en qué áreas de ministerio piensan ellos que podrí­as desenvolverte exitosamente. Es posible que estas personas vean cualidades que aún no has descubierto. Escuchalos como a consejeros sabios (Proverbios 11:14).

c. Participar e involucrarte en muchas maneras. Una de las mejores experiencias de conocer el trabajo del ministerio y de explorar tu capacidad, es siendo parte. Como expectador jamás averiguarás si podés hacerlo; como jugador tendrás una mejor idea. Intentá al menos un par de veces involucrarte en distintas actividades o proyectos que tu iglesia desarrolle. Hablá con las personas encargadas de estos ministerios para contar con su apoyo, y creo que con todo gusto te dejarán participar. Comenzá con algo pequeño, a tu alcance; una situación controlada.

3. Descubrí­ tus oportunidades.

Cada don y habilidad fue diseñado por Dios para cubrir o satisfacer una necesidad. Así­ que debés explorar, con el apoyo de tu liderazgo, qué hace falta en la obra del ministerio de tu iglesia. ¿Qué necesidad puede satisfacer tu trabajo? Quizás se trate de comenzar un ministerio o de arrancar un nuevo proyecto; tal vez sea apoyar algo que ya está en marcha. En ambos casos, si has llegado hasta este punto de investigación, ¡es el tiempo de actuar! Pedile a tus lí­deres que te tomen en cuenta, que te asignen trabajos a desarrollar, que te pongan a hacer algo. ¿En qué te necesitan? Recordá que es tiempo de trabajar; eso implica esfuerzo (mucho empeño), pero al mismo tiempo es muy agradable delante de Dios (y tiene sus recompensas).

En I Pedro 4:10,11 encontramos cuál debe ser la actitud correcta de todos aquellos que estamos involucrados en la obra del Reino. Nunca olvidés que lo hacés para gloria de Dios y para bendición de la iglesia. Cualquier otra actitud (como querer sobresalir, buscar el poder, recibir reconocimiento, o simplemente sentirte bien) está fuera de la voluntad de Dios.

Finalmente, te recomiendo la lectura de “Cómo alcanzar tu máximo potencial” por Bernardo Stamateas (publicado por Certeza). Además, si tienes otras preguntas, no dejes de visitar nuestro sitio, www.elbunker.net. “Solamente los que se hacen preguntas hallarán respuestas”.

Por Ing. Howard Andruejol
Fuente:www.elbunker.net

Confesiones de un joven cristiano comun y corriente(Historia)

Confesiones de un joven cristiano común y corriente

Vivir creyendo, pensar que vivimos como decimos, ser lo que aparentamos, simplemente un espejismo, un abismo sin reflejo, una imagen borrosa, un sonido confuso, ser una voz en el desierto o simplemente creer estar en lo cierto.

Mi fe, mi convicción, mis creencias, mis desvelos y recelos, eso que llevo dentro que aun no sé si brotó o se me inculcó, ese fundamento quebradizo que llamo formación, esas dudas que suben como agua que no se detiene.

Así soy. Cristiano, evangélico, protestante, “primo en la fe” como dicen mis amigos de la iglesia de tradición en mi tierra, me llaman y me llamo, pertenezco a esa casta de gente creída de ser espiritual, que siente que es sobrenatural, que asisto al altar cada fin de semana, leo mi libro sagrado cuando puedo y necesito, no admito mi pecado aunque esté presente, un cristiano normal.

No sé si existe tal cosa como un cristiano normal, sólo tengo presente que el cristianismo de la Biblia tiene algunas diferencias con el cristianismo urbano que hemos construido, ese cristianismo iluminado por spotlights o reflectores, en el cual crecí creyendo que la unción, era caer un par de veces, hasta me caí por emoción, otras por compasión al predicador que me empujaba, pasé largas horas de mi vida leyendo la Biblia solo para algún día ser ese “iluminado” no iluminado de conocimiento sino iluminado con reflectores de colores, mientras miraba desfilar por mi congregación a cuanto artista existía, yo anhelaba ser como ellos, verme igual, tener tal presencia “escénica”, así es como lo veía. Qué más puedes pedir de un adolescente, medio inconsciente, que se acercó a Cristo no estando en desgracia sino porque era la mejor opción del día.

Al igual que muchos de los que hoy están leyendo estas letras, porque no creo ser el único, soñé en convertirme en esa imagen, esa perfección distante que se paraba en el pulpito, ese tipo carismático que dejaba cautivada a toda la audiencia, que cantaba como ángel, que hablaba con elocuencia, ese que seguro si se lanza de político queda en el gobierno.

Pero luego crecí, me di cuenta que ser cristiano era más que eso, era más que el espejismo, que la imagen reluciente y que el ministerio creciente, que detrás de la imagen había un proceso, que no se llega simplemente con quererlo, entendí que se requiere de gracia divina, de firmeza y convicción, que no se puede reemplazar con la emoción, aprendí que se debe tener un amor genuino por las personas, que la ayuda más memorable es la que captan las cámaras del cielo y se registra en el Direct TV de Dios, no las acciones que me aplauden, sino las que nadie ve, pues Dios que ve en lo secreto, recompensará en público.

Cosas que nadie me dijo, mensajes que no me predicaron, nadie me dijo que la primera vez que orara por un enfermo, este enfermaría más, que en lugar de sanarse el moribundo por el que oré se moriría al día siguiente, no me dijeron que en prisión no se habla de gustos musicales, sino de esperanzas reales, no sabia al igual que muchos, que no siempre se “siente” su presencia, pero que eso no significa que Dios no esté presente, que mantenerse alejado del mal significa una guerra sangrienta, que la abstinencia sexual es una batalla campal, con dos heridos, que el amor de mi vida no llega así nada más con orar y que ser cristiano en verdad es mas difícil, que no se trata de aparentar.

Por eso escribo esto por primera vez, como válvula de escape, como ejercicio mental, quizás porque si no lo escribo voy a reventar, o simplemente porque quise descubrirme y contar, que ser cristiano no es así nada más, que los jóvenes no debemos anhelar el ministerio, sino al Dios al que sirve el ministro, que los jóvenes debemos de dejar de correr por los pasillos del último evento en la caza de un autógrafo, y suplicar por que Dios ponga su firma y su toque en mi vida, dejar de pedir que me firmen la Biblia, para empezar a leerla y pedirle a Dios que me afirme.

Dejar de ser normal, para convertirme en cristiano de verdad.

Por Allan Salinas

Fuente: www.certezajoven.com.ar

Lifehouse-Broken(Video)



Broken es un tema hermoso para leer la letra...y disfrutar de la cancion
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