La gripe A continúa su propagación y según los especialistas, al día de hoy es probable que la mayoría de nosotros ya tenga entre sus conocidos a alguien que haya padecido el cuadro.
Dos personas que contrajeron la enfermedad destacaron, en diálogo con lanacion.com, la intensidad de los síntomas asociados al nuevo virus y coincidieron en señalar las complicaciones que conlleva en lo social.
Adriana percibió los síntomas el pasado domingo: "Cuando me desperté, tenía todos los síntomas juntos: sentí que la cabeza se me partía en diez mil pedazos, tenía más de 39 grados de fiebre y me dolía todo el cuerpo", contó a lanacion.com esta mujer de 52 años que aún se encuentra en una etapa de recuperación.
"De la prepaga llegaron en menos de una hora, el médico se dio cuenta de que mi sintomatología correspondía a la gripe A y llenó una planilla para que me entregaran el medicamento", contó. Explicó que, sin hacerle el hispopado, en el hospital le suministraron enseguida las dosis de Oseltamivir para los cinco días que dura el tratamiento.
Adriana relató que pasó estos días en una habitación aislada en la casa de su pareja, que es la única persona con la que mantuvo contacto, y hasta el momento no presentó síntomas. "Por suerte, él suele trabajar desde su casa, pero por una cuestión social canceló las reuniones que tenía en estos días", explicó. Asimismo, contó que a su hija le dijeron que no se presente a trabajar aunque no viva con ella.
"En mi caso fue todo muy rápido, el médico actuó muy eficientemente y hubo suministro inmediato del medicamento", indicó. "Lo viví bastante tranquila porque no suelo ser paranoica con estas cosas. Veo que la gente entró en una locura generalizada y prefiere escuchar a la información más fatalista y quedarse con la parte negativa, en lugar de tomar las precauciones de manera racional", reflexionó Adriana.
En cuanto a cuáles son sus mayores temores, Adriana dijo que en este momento no es la salud sino el tema social lo que más le preocupa. "Creo que me voy a sentir bastante incómoda cuando retome mis actividades habituales porque todo el mundo está muy paranoico. Todos me preguntan «como te sentís» pero al mismo tiempo piensan «cuanto más lejos esté de vos, mejor». Lo entiendo, pero a la vez me siento totalmente discriminada", expresó.
"Hoy voy a consultar nuevamente al médico para ver mi evolución. Tuve un dolor de cabeza que no recuerdo haber sentido antes y una tos muy fuerte que todavía persiste", expresó Adriana.
Ella supone que pudo haberse infectado cuando se realizó unos estudios de rutina en un hospital, aunque no lo sabe con certeza.
La historia de Francisco. Tampoco puede confirmar en qué momento se contagió del virus Francisco, de 29 años, quien a diferencia de Adriana, ya fue dado de alta.
Francisco comenzó con los síntomas dos semanas atrás, cuando todavía no había comenzado el listado de medidas que se fueron profundizando en los últimos días, ni existía el mismo protocolo de atención.
El joven relató que el lunes, al sentirse decaído se presentó igualmente a trabajar, pero el médico de la empresa lo mandó a su casa porque sospechó que tenía la gripe. Al comienzo, consultó en la guardia de la clínica, pero los síntomas se profundizaron y el miércoles debió pedir que lo asistan a domicilio. "El peor momento fue 72 horas después de aparecidos los síntomas, el médico me dijo que tenía bronquitis y me dio antibióticos para el pulmón", relató.
"No te sentís igual que con una gripe común. Tuve fiebre muy alta durante varios días, vómitos, dolores musculares, muchísima tos seca y creo que nunca me dolió tanto la cabeza en mi vida", dijo.
Francisco vive solo y se mantuvo aislado en su departamento hasta que su madre pudo viajar a cuidarlo. "Mis amigos me dejaban comida en la puerta, pero no los veía", relató. En diálogo con este medio, contó que debió mantener reposo durante doce días, tras lo cual se retomó sus actividades normalmente.
"Cuando me agarró la gripe todavía no existía tanta paranoia, ni había una reacción tan rápida del servicio médico. Pero pasados unos días había cambiado la actitud y, por ejemplo, comenzaron a retarme por no usar barbijo todo el tiempo", relató.
Francisco concluyó, que tras su experiencia, es partidario de que se suspendan todas las actividades por algunos días.
Fuente:
www.lanacion.com.ar