Con flores y banderas argentinas, despidieron a Néstor Kirchner en Río Gallegos

Miles de personas le dieron el último adiós al ex presidente en las calles de la capital santacruceña. Una multitud se concentró frente al cementerio local, en medio de muestras de afecto a Cristina y sus hijos.

Los restos del ex presidente Néstor Kirchner fueron depositados esta noche en el cementerio de Río Gallegos, tras una multitudinaria caravana por la capital santacruceña. La presidenta Cristina Fernández permaneció en todo momento junto al cuerpo, acompañada por sus hijos y familiares cercanos. El cuerpo del ex presidente fue colocado -en una decisión que se tomó a última hora- en la capilla del cementerio. Según se explicó, la decisión se tomó para que los vecinos de Río Gallegos puedan darle una última despedida luego de permanecer en las calles durante varias horas, en desafío al viento helado, a la espera del paso del cortejo.
La presidenta Cristina Kirchner permaneció en todo momento junto al cuerpo. También lo hicieron sus hijos, Máximo y Florencia. El traslado del cuerpo a la bóveda familiar se realizará en las próximas horas, de acuerdo a la agencia oficial Télam. El Fokker F-28 que trasladó el cuerpo aterrizó en la capital santacruceña a las 17.45. Además de la Presidenta y sus allegados, el vuelo también transportó a funcionarios del Gobierno nacional. Precisamente, Carlos Zannini, Oscar Parrilli y Aníbal Fernández, y su hermana Alicia Kirchner, fueron los encargados de llevar el ataúd. Una multitud que se ubicó a orillas de la autovía que une el aeropuerto con el centro de esa ciudad acompañó la caravana fúnebre, mientras que otra muchedumbre esperaba en las calles que rodean el cementerio. Después de una mañana en la que los galleguenses eligieron quedarse en sus casas para seguir por radio y televisión los funerales de Néstor Kirchner en Buenos Aires, la capital de Santa Cruz mostró, a partir de la llegada de la comitiva, un movimiento inusual. Las calles de Río Gallegos amanecieron vacías, bajo un cielo limpio y frío. El luto de la ciudad quedó reflejado en las banderas que a media asta flameaban tímidas por el viento que estos días ha soplado más calmo. Taxis, autos particulares y negocios se sumaron con la celeste y blanca, a la que le pusieron un toque de congoja con crespones. Muchos locales de Río Gallegos lucieron cintas negras; la mayoría no abrió en señal de duelo, tal como lo sugirió la Cámara de Comercio local. La ciudad fue inundada por pasacalles de apoyo al Gobierno. Las tres florerías locales no dieron abasto, tanto que tuvieron que salir a comprar flores a otras ciudades e incluso, recibir arreglos vía avión, según le explicaron a Clarín.com desde el local Pétalos. Fueron los primeros en acercarse al cementerio cargando coronas. Tuvieron que pasarlas a través de las vallas de la avenida Béccar que da a la entrada del cementerio, muy cerca de la bóveda familiar en la que descansarán los restos del ex mandatario.

Fuente: www.clarin.com